Noms propres

Abdellah Guennoun

Teólogo, líder político, historiador, escritor, poeta, nacionalista y activista asociativo. Fundador de escuelas, institutos de investigación y bibliotecas. Era considerado una de las máximas autoridades marroquíes pero siempre mantenía distancia con poder. Abdallah Guennoun desempeñó un papel extraordinario en la vida política e intelectual de Tánger y Marruecos. También es reconocido en todos los países árabes y musulmanes.

Abderramán Yusufi

Político. Nació en el Tánger internacional en 1924. Fue cofundador de la Unión Nacional de Fuerzas Populares (UNFP) –hoy, USFP que ya cumplió 60 años de existencia- una división de la inicial formación del Partido Istiqlal. Estuvo exiliado 15 años en París.

En 1980 regresó a Marruecos llegando a la secretaría general de la USFP en 1982. Fue nombrado en 1998 jefe del llamado ‘gobierno de la alternancia’ durante el reinado de Hassan II, tras las elecciones legislativas y ejerció el poder hasta las elecciones de 2002 donde la USFP fue nuevamente el partido más votado aunque el jefe de Gobierno ya no era socialista. En 2003 se retiró de la política activa.

Lotfi Akalay

Periodista y cronista tangerino, estudió en París (maestría en ciencias políticas). Desde 1990 y hasta 1994, escribió sabrosas columnas humorísticas para Al Bayane, un diario de izquierda, un órgano de la clase trabajadora, luego, sin transición, optó por La Vie Économique, que se decía que era el portavoz de la comunidad empresarial no oficial.

En mayo de 1996 publicó su primera novela, Les Nuits d’Azed, con Editions du Seuil. Hasta la fecha, el libro fue traducido a ocho idiomas: holandés, italiano, portugués, griego, coreano, turco, chino y español. En junio de 1998 publicó Ibn Battouta, Prince des Voyageurs con ediciones Le Fennec en Casablanca, un cuaderno de viaje fascinante del “primer turista del mundo”.

Sin duda, lo mejor de su talento reside también en sus cuentos, donde la sátira, el humor y la falsa ingenuidad apenas esconden una atenta sensibilidad, un incontenible gusto por el detalle y la fórmula, signos de un acercamiento personal a Marruecos y al Tánger legendario, “su” ciudad. , con sus tradiciones, sus flaquezas y su grandeza, también sus habitantes, a quienes observa constantemente como uno de los innumerables rostros actuales de la humanidad.